Cuando hablamos de préstamos personales nos referímos a un tipo de producto bancario concreto que permite disponer de una cantidad media de dinero, a mitad camino entre los microcréditos y las hipotecas. La cantidad de dinero que se puede obtener con estos préstamos suele ir desde los 3.000 euros hasta cerca de los 100.000, y son utilizados para adquirir bienes y servicios cuyo valor se encuentre dentro de esos márgenes, como puede ser un vehículo, una reforma del hogar, la compra de muebles y electrodomésticos, un buen viaje o los estudios universitarios. Dependiendo de tus necesidades, el mejor préstamo personal para ti será el que mejor se adapte a tus necesidades y situacón personal, según el plazo, el importe y las comisiones e intereses.
Mediante un préstamo personal, el banco o entidad financiera que te lo concede, te otorga desde el principio la cantidad de dinero acordada previamente. Este importe puede ser ingresado en tu cuenta corriente para que lo utilices en lo que quieras o bien puede ir directamente a pagar el producto o servicio que quieras financiar. Esta es la principal diferencia con los créditos, en los que el importe concedido no se ingresa de una vez, si no que se obtiene poco a poco conforme se vaya necesitando.
Para su devolución, los préstamos personales tienen un plazo de tiempo, especificado antes de la firma del contrato, durante el que se deberá ir devolviendo el importe prestado más los intereses correspondientes. Esta amortización se realiza en cuotas, que habitualmente son mensuales. Por norma general, cuanto mayor es el plazo de tiempo, menor será el importe de la cuota, pero mayor la cantidad total de intereses que se abonará. La mejor opción es acortar el periodo de devolución al máximo, siempre que la cuota resultante sea cómoda de pagar.
Para poder acceder a un préstamo personal, la entidad financiera que te lo conceda te pedirá que cumplas una serie de requisitos para que tu solicitud sea aprobada. Es importante para el prestamista asegurarse de que serás capaz de devolver el dinero para asumir el menor riesgo posible. Cuanto más solvente puedas demostrar que eres, más fácilmente podrás obtener financiación y mejores condiciones podrás obtener.
Aunque cada banco puede pedir sus propias condiciones, los requisitos más habituales que suelen pedir las entidades de crédito para aceptar la concesión de un préstamo personal son los siguientes: